Sin titulo

INT.habitación.noche

Una luz azul entra por la ventana iluminando la cama. La mano de Anselmo (23) acaricia suavemente el colchón. Se oye el jadeo de un hombre y una mujer teniendo relaciones. La mano recorre la cama, hasta que sus dedos rozan restos de una tumba; huesos, cabello, dientes, tierra, ropa deshecha. Sale corriendo sobresaltado hacía el piso sin quitar la vista de la cama. En un rincón sombrío de la habitación la boca de un hombre es iluminada por una línea de luz que no deja ver más rasgos, parte sus labios con el dedo índice y sisea sórdidamente. Él mira trémulo esa esquina de su habitación mientras una luz transita por la habitación y recorre lentamente su rostro.

EXT.vereda árida.día

Ni un solo ruido, la imagen congelada de unas manos femeninas aferrándose a las de un hombre. Un segundo largo y la pausa se vuelve movimiento, la mano del hombre se suelta violentamente mientras se escucha a una mujer respirar con mucha dificultad. Es Anselmo quien se suelta y entre el polvo se pierde caminando con mucha dificultad y cansancio, apresurándose torpemente como si estuviera huyendo. Se escucha a la mujer sofocarse hasta que el cae de rodillas; ahora es su respiración entrecortada la que se escucha, cae totalmente a la tierra y se voltea bocarriba. Llora dolorosamente. Los sollozos son cada vez más intensos e hirientes.

Comienza a atardecer y la luz se vuelve más azul

EXT.VEREDA ÁRIDA.atardecer

El cielo está enrojecido, mientras que en la tierra se vuelve todo de un tono azul y gris. Entre el caos se escucha la voz firme y rasposa de un hombre.

Hombre (V.o)

Señor Anselmo ¿Acepta la miseria como su única compañía?

A Anselmo le cuesta trabajo respirar. Alza las manos intentando sostenerse de algo, como si tuviera a alguien encima tratando de ahogarlo.

HOMBRE

¿Acepta la derrota, la añoranza y la irracionalidad como sus fieles amantes?

Se acelera su respiración, trata de librarse de lo que sea que siente encima de él, se mueve impulsivamente para tratar de librarse pero cada vez se siente más aprisionado.

HOMBRE

¿Acepta la evasión y la ovación como sus admiradores más fervientes?

Abre más la boca como queriendo tragar aire, el viento lo golpea con fuerza y provoca que la tierra lo intente cubrir.

HOMBRE

¿Acepta la contemplación de sus huevos mientras son chupados por bestias tibias y compasivas?

Anselmo intenta evitar ser sepultado pero sus intentos son cada vez más débiles, comienza a sumergirse en la tierra mientras se mueve para no ser cubierto por completo.

HOMBRE

¿Acepta ver su cuerpo envejecer sin conversar con nadie más que con la espera?

Los ojos abiertos, mirando a todos lados; su pecho se infla y desinfla lánguido hasta que se desvanece.

HOMBRE

Señor, con el poder que me concibe la baja concepción que tiene de su existencia, lo declaro oficialmente despojado de sus bienes físicos y mentales con el fin de mantenerse capacitado y digno de vivir en soledad.

El hombre se afina y rectifica

HOMBRE

Para vivir en sociedad.

Anselmo yace tendido como un cadáver a medio enterrar con una rígida mueca de horror.

INT.HABITACIÓN.día

Montserrat (35) se contempla desnuda frente al espejo con una ligera sonrisa, se acaricia el vientre dando círculos, rodeando y protegiendo lo que hay dentro, su piel tersa resalta más con la luz de su ventana. Mientras se acaricia piensa.

Montserrat (V.O)

Soy yo, Montserrat, tu madre. Mientras seas mío nadie te lastimará. Eres el ángel que ha venido a cuidarme, mamaras solo de mis pechos y a mi lado descubrirás el mundo. Yo seré tu guía y tú serás mi salvador. Eres el redentor de los idiotas, harás grandes cosas y juntos aprenderemos lo que es el mundo. Siempre habrá un lazo que nos hará inmortales, únicos. Seremos uno solo.

La puerta de la habitación está abierta y un hombre pálido y viejo la observa frente al espejo con un cigarro en una mano y una prueba positiva de embarazo en la otra.

Manuel (V.O)

Yo tan viejo y siendo padre del hijo de una ramera. Ahí va mi vida entera, ¿Y para qué? ¿Para comer de esos pechos muertos y agrios? ¿Para vivir amamantado veneno de su juventud?

El hombre entra y tira lo que encuentra más cerca, Montserrat voltea con miedo y lo encuentra junto a la puerta observándola de pies a cabeza. Se refiere a ella en tono burlón.

MANUEL

La golfa cosechando frutos

Montserrat trata de ocultar su miedo, traga saliva.

MANUEL

¿Qué me ves pendeja? ¿No me vas a decir nada?

MONTSERRAT

¿Pues qué quieres que te diga Manuel?

INT.HABITACIÓN.NOCHE

La misma luz azul. Montserrat recostada en la cama siendo acariciada por la mano de un hombre. Esa mano intenta llegar a sus senos pero antes de que lo logre ella la toma para guiarla mansamente hasta hundirse en su sexo. La acaricia con un continuo movimiento. Se escucha el aliento de ella al disfrutar el momento y cuando la mano se dispone a subir otra vez Montserrat la detiene a tiempo para recorrer la distancia entre ella y Anselmo. Acaricia su cara con ternura mientras la mano de Anselmo cae rendida en su propio pecho.

MONTSERRAT

Mientras seas mío nadie te lastimará, eres el ángel que ha venido a cuidarme y a mi lado descubrirás el mundo. Yo seré tu guía y tú serás mi salvador.

Una sonrisa se dibuja en Anselmo y en un susurro le contesta.

Anselmo

Soy tuyo, soy tuyo, soy tuyo.

Mientras se llena de placer con la mano de Montserrat.

Int.autobús.día

Anselmo viajando con la mirada perdida.

INT.AUTOBÚS.Noche

Anselmo viajando con la mirada perdida.

INT.AUTOBÚS.DÍA

Anselmo viajando con la mirada perdida.

INT.AUTOBÚS.atardecer

Anselmo viajando con la mirada perdida.

EXT.CALLE.NOCHE

Se ha bajado del autobús, llega a una plaza llena de bares.

EXT.BAR.noche

Se mete a uno, toma muchas copas. Busca en sus bolsillos y al no tener dinero se para, lentamente se acerca a la puerta para poder echarse a correr.

EXT.CALLE.NOCHE

Corre sin parar por un largo rato y cuando se da cuenta de que nadie lo sigue se queda frente a un local. Recupera el aliento y se recuesta.

INT.HABITACIÓN.NOCHE

Montserrat se encuentra recostada en la cama, se acaricia el vientre, lo resguarda con sus manos. Cierra los ojos y se deja llevar por sus pensamientos. De repente un ronquido De Manuel que simula estar profundamente dormido la hace recordar en donde está. Deja de acariciarse y voltea a ver a Manuel que le da la espalda.

MONTSERRAT (V.O)

Día tras día evitándonos y hoy, como todas las noches durmiendo en la misma cama...

Suspira y le da la espalda a Manuel, quedan los dos volteando a ambos lados de la cama. Manuel abre los ojos, pareciera fuera de sí, ni siquiera parpadea. El cree que está dormida, así como Montserrat también lo cree. Manuel trata de meterse la mano completa a la boca para llenarla de saliva. Ya que la tiene lo más cubierta que puede de un salto se voltea, le baja los pantalones a Montserrat y le mete la mano en la vagina. Ella grita e intenta liberarse. Forcejean pero él sigue con la mano hurgando dentro de ella. Cuando finalmente encuentra lo que buscaba saca el puño ensangrentado para golpearla una y otra vez en el abdomen mientras se escucha el llanto largo y agudo de un bebé.

Manuel se para de la cama y arrastra del cabello a Montserrat, ella trata de aferrarse al colchón. La azota en el piso y la patea.

MANUEL

Pinche perra correosa, si te aguantas esta y más. ¡Hija de tu puta madre!

En la mano que le escurre sangre trae un pequeño coagulo, se lo mete a la boca, lo mastica y escupe hasta vomitar tirado en el piso, Montserrat se queda tirada en el piso llorando a la par del bebé que solo se escucha.

MONTSERRAT

¡No!

EXT.calle.día

Anselmo va caminando por la calle revisando basureros, la gente lo observa con desprecio, avienta miradas amenazadoras hacia todas direcciones. Su apariencia comienza a decaer.

EXT.CALLE.noche

Esta recostado en la cortina de un local que parece cerrado desde hace ya muchos años. Se levanta de entre los periódicos que lo rodean, hay botellas llenas de orina a su alrededor. Se estira y comienza a caminar.

EXT.parque.noche

Se lava la cara en un bebedero, se arregla un poco el cabello.

EXT.BAR.NOCHE

Esta sentado en una mesa y comienza a beber desesperadamente la cerveza que el mesero le acaba de traer. Se derrama por su boca, finalmente la baja y eructa complacido.

Ante sus ojos Montserrat entra al bar y se siente frente a el. la mujer se mueve al ritmo de la música con un movimiento lento y sensual. Cierra los ojos. Anselmo no se pierde ni un solo movimiento. Un joven se acerca y le dice algo a Montserrat que él no puede escuchar; en cuanto le termina de decir ella alza la mano y truena los dedos. Un mesero se le acerca al joven y discuten hasta que finalmente lo sienta. Anselmo se ríe del suceso mientras sigue bebiendo su cerveza, en la mesa ya tiene varias botellas vacías y su semblante ha cambiado, se nota algo adormecido por el alcohol. Está en el último trago de su cerveza, baja la botella. Los que están en la mesa contigua están muy tomados y entre sus risas y azotes Anselmo toma un cigarro. Nadie le pone atención.

Lo limpia y se lo lleva a la boca. Se arregla la ropa, toma el encendedor de la mesa para prender su cigarro. Montserrat intenta hacer lo mismo pero su encendedor no prende por lo que Anselmo camina hacia ella y prende la flama muy cerca de la cara. Montserrat se echa para atrás muy molesta.

MONTSERRAT

¡Lárgate de aquí pinche naco asqueroso!,

Lo empuja y le truene los dedos muy agitada.

MONTSERRAT

¡Juan, ven a quitarme a este pendejo de encima!

El mesero se acerca y presiona a Anselmo hacia atrás.

Mesero

¡Ya estuvo wey vete a sentar!

Anselmo le trata de quitar las manos pero el mesero es más fuerte que el.

ANSELMO

¡Pero es que no estoy haciendo nada! Nada mas deja me disculpo

El mesero lo avienta al piso.

MESERO

¡Te dije que ya cabrón!

En el piso voltea a ver las caras de desprecio de los ahí presentes, se para de la manera más dignas que puede y se limpia mientras camina a su lugar. Montserrat paga y sale del lugar. Anselmo se levanta tambaleando tras ella. Al percatarse camina más rápido y cuando está por alcanzarla el mesero va atrás de él y le arroja una botella que llevaba en la mano, cae al suelo y Montserrat se regresa.

MONTSERRAT

¿Oye que te pasa porque le pegas?

Anselmo contempla la escena mientras va perdiendo el conocimiento.

MESERO

¡Se fue sin pagar el cabrón, que no chingue!

MONTSERRAT

¡Ahí está tu puto dinero pinche gato!

Montserrat le arroja dinero al mesero y se agacha a ver a Anselmo. Todo se vuelve negro.

EXT.VEREDA ÁRIDA.DÍA

En una imagen lenta, se ve a un niño pequeño de espaldas tomando la mano de su madre. El la contempla mientras caminan por una senda llena de tierra, el viento le mueve los cabellos. El sol radiante y la voz de una mujer acompañada de las risas de un niño se oyen muy a lo lejos. Las manos se sueltan y se ve al niño a punto de caer, se corta la escena.

INT.HABITACIÓN.DÍA

Anselmo yace tendido en una cama. La luz entra por una ventana, las cortinas están entreabiertas y una línea de luz intensa le pega en los ojos. Él los abre aunque la luz le lastima, voltea hacia todos lados y se revisa desesperadamente el cuerpo.

MONTSERRAT

Cálmate, no te falta nada. ¿No te acuerdas del madrazo que te dieron ayer?

Anselmo voltea, la ve de pies a cabeza y tartamudea.

ANSELMO

No, no sé de qué me hablas. ¿Quién eres?

MONTSERRAT

Ja ja ja, ¿No te acuerdas de la quemadota que me ibas a dar, del mesero que te tiro y que además te aventó la botella el muy imbécil? estabas tan pedo que no sé cómo te la aguantaste.

ANSELMO

No, no sé, ya me tengo que ir

Comienza a levantarse de la cama y Montserrat se precipita a acercarse para detenerlo.

MONTSERRAT

No, no, espérate tantito, ¿A dónde vas?. Cálmate

Le habla con suavidad y le acaricia el rostro con ternura. Lo recuesta y toma una pastilla de un frasco que hay en su mesa de noche.

MONTSERRAT

Más bien lo que a ti te hace falta es descansar un poquito.

Le sonríe muy tibiamente mientras con sus dedos le acaricia los labios hasta que abre bien la boca y le deja la pastilla adentro. En ningún momento la deja de observar, no parpadea y parece inexpresivo. Obediente a sus caricias. Montserrat aun tiene la mano en su boca y lo recuesta con suavidad en la cama. Se recuesta encima de él y mete las dos manos bajo su playera hasta que descubre el pecho de Anselmo. Se tira sobre él mientras lo lame suavemente. Toma sus manos para meterlas bajo su blusa hasta destapar sus senos cubiertos por un sostén negro de encaje. Hace que los acaricie con suavidad mientras está por caer en un sueño profundo. Anselmo lucha por no dormirse, pues Montserrat está desabrochando su pantalón. Cae en un sueño profundo.

INT.HABITACIÓN.NOCHE

El cuarto está casi oscuro, no hay ni un ruido, la imagen lenta. Montserrat está en éxtasis con las piernas abiertas.

HOMBRE

Me comeré tu sombra serpiente.

Un feto ensangrentado y con la cara de Anselmo se va acercando lentamente a su vagina.

HOMBRE

Me comeré la noche de tu parir, seré la luna que eclipse tu existir.

El cordón umbilical está enredado en su cuello y lleva el extremo con una de sus manos. Está por meterlo dentro de ella.

HOMBRE

Empezaré por tu cascabel serpiente, sáciame con tu veneno cortado.

INT.HABITACIÓN.DÍA

Montserrat sostiene la pastilla entre sus dedos, el tiempo es lento esta vez. Cuando llega a sus labios los vuelve a acariciar con dulzura, pero en sus labios la sonrisa tiene un toque de maldad.

HOMBRE

Me comeré tu sombra serpiente.

INT.HABITACIÓN.DÍA

Anselmo se despierta vomitando. Está bocarriba a punto de ahogarse con su vomito. Montserrat entra corriendo para ponerlo de lado.

MONTSERRAT

¡Shh! Ya, ya paso, ya.

Anselmo se para rápidamente, le vomito le escurre.

ANSELMO

¡Quítate pendeja, esto es tu culpa estúpida!

A Montserrat le cambia la cara, está llena de rabia. Y en sus ojos se pierde la escena.

INT.HABITACIÓN.NOCHE

Manuel se está ahogando en su propio vomito. Montserrat que estaba durmiendo a lado de él se para asustada para ayudarlo a voltearse.

MONTSERRAT

¡Ya Manuel no me asustes!

Manuel se voltea furioso y la avienta hacia atrás con su brazo.

MANUEL

¡Déjame pendeja, todo esto es tú culpa, pinche golfa!

El vomito le escurre a hilos por la barba. La toma del cuello para pegarle. Montserrat grita y le pone las manos para detenerlo, no lo logra.

MANUEL

¡Ya sé que eres tú, no me vas a tragar, a mi no me vas a acabar!

Manuel se detiene porque le falta el aire, se tira al piso a revolcarse, a luchar con algo que no tiene encima. Al ver esto Montserrat se levanta y se cruzan las mirada, él le tiende la mano y la toma de sus. Se suelta y agarra una lámpara y se la estrella en su cabeza. Comienza a gritar.

Esta montada sobre él y le estrella el foco roto en su cara. Manuel se retuerce de dolor. Ella se levanta y va por la lámpara que está del otro lado de su cama. Regresa y se la entierra. Manuel grita de dolor y Montserrat toma una almohada que con un puñetazo le mete en la boca. Suelta su lámpara y comienza a enterrar su codo una y otra vez en el rostro cubierto de Manuel. Cuando se detiene destapa la cara de Manuel deformada y comienza a moverlo.

MONTSERRAT

¡No, Manuel no!

Lo toma entre sus brazos hasta que la cabeza deforme y ensangrentada se va hacia atrás.

INT.HABITACIÓN.DÍA

Está Montserrat vistiéndose. Se Pone un vestido sensual y colorido.

policía (V.O)

Ps ora sí que en estas condiciones sale más caro seño. Ya está bien tieso y hay que limpiar mucho.

Sube los pies a la cama para ponerse media. En sus pies coloca unos zapatos de tacón perfectamente combinados con su atuendo.

MONTSERRAT

¿Y las investigaciones, las sospechas de la gente?

Se delinea los ojos, se pone sombras. Se enchina las pestañas y les coloca rímel.

POLICIA

Su difunto esposo desapareció y punto, nosotros estamos investigando eternamente hasta que el asunto se olvide. Pero usted ya sabe muy bien que el dinero no me basta.

Se pone unos aretes y se pinta los labios gruesos labios de un color intenso. Está ella para frente al espejo contemplándose con una sonrisa. De fondo se escucha a dos personas teniendo relaciones sexuales.

POLICÍA

Acuérdese nomás como hacemos las cosas aquí, usté tranquila.

INT.HABITACIÓN.DÍA

Montserrat está viendo a Anselmo con rabia, está enrojecida y fuera de sí. Se abalanza hacia Anselmo gritando desgarradoramente. Lo rasguña y golpea con todas sus fuerzas pero Anselmo la arroja al piso, se monta encima de ella y le golpea la garganta. Montserrat tose mucho y comienza a salpicarse sangre. Anselmo la sube a la cama y la golpea en el pecho para que Montserrat pudiera respirar. Regresa a la normalidad mientras él está encima.

ANSELMO

Ya, ya pasó, ¡shh! tranquila. Eso, respira, respira.

Se queda arrullándola hasta que se duerme.

INT.HABITACIÓN.NOCHE

El cuarto iluminado por una luz azul. Los cuerpos de Montserrat y Anselmo Marcados por la luz que traspasa las cortinas. Hay una luz blanca intensa proveniente del exterior ilumina el acto sexual. Montserrat encima de Anselmo. Sus rostros iluminados y brillantes por el sudor. La fuerza en sus movimientos y la lentitud de la escena permite ver el rebote de sus cuerpos, las marcas, las arrugas. Son rayos de luz que vienen y van en el exterior.

Anselmo la voltea bocarriba en la cama. Las piernas de Montserrat están abiertas completamente abiertas y dobladas. Sus pies están clavados en la cama.

INT.HABITACIÓN.NOCHE

El cuarto está casi oscuro, no hay ni un ruido, la imagen lenta. Montserrat está en éxtasis con las piernas abiertas. El feto tiene la cabeza dentro de Montserrat. Se adentra cada vez más en su cuerpo hasta que lo último que se ve son sus pies pataleando para entrar. Su abdomen va creciendo y se ve mover al feto que ahora está dentro de mí. Montserrat sigue en un eterno orgasmo que no termina.