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Sentado en LA ORILLA DEL MAR UN HOMBRE preguntaba a las olas, yo no supe que decir, ni siquiera intenté contestar. Soy perfecto pero no al grado de ser desagradable. Recuerdo que ese día me encontré con un viento insoportable, las cenizas de mi padre me cegaban los ojos y tú acababas de ser enterrado. Qué más puedo decir. Me cámbiate la vida, me hiciste algo inesperado, rompiste un vidrio entre mis dedos y me dejaste sangrar.Que puedo decir, que más queda de mi voluntad, solo un traje descompuesto, un saxofón herido. Las ganas de hacer algo con mi vida.Se que seguirás ahí, lo sé porque me envidia, lo sé porque intentas deslizar esa ráfaga de viento ¿Dime que se siente el aire de una tarde oscura entre mis labios? ¿Párteme la cara y engaña mis sentidos? ¿Dime que se siente ser lesbiana y no tener un miembro, me da tristeza tu soledad? Es como absoluta, es la perpetuidad de tus caricias convertidas en un capricho. ¿Qué se siente ser idiota, que se siente comprar una corbata en un día nublado?Déjame comprender. Deja que me trague tu sensación, hazme el amor como si fuera el último hombre en tu vida, haz de mí un ser que pueda valer la pena. Come este sexo postizo, come mis gana de vivir, yo no haré nada por interrumpir tus propósitos, simplemente me sentaré aquí a comer del fruto prohibido.



Hacía tiempo que no contaba un chiste, será porque no soy bueno con las mentira, solo sé que no puedo acostumbrar a una vida que no podré pagar esta vida de dichas costosas. Yo solo sé que todo me cuesta y que es inútil educar a un niño. Sobre todo a un niño que lleva tu sangre. Sangre de la alianza nueva...Bla bla
Dime tú que se siente creer, dime tú que se siente ser cristiano, que se siente comer de tu sangre Jesús. Dime tú que se siente ser estúpido, dime tú si me harás cambiar.Dime tú que haré con tu camisa manchada de sangre, dime que haré al comer tu negro pezón.Ojalá un día aprendas a mentir, ojalá mañana me engañes, sería bonito recordar una mentira piadosa.Suelo recorrer las calles vacías, suelo montar un caballo lleno de virtud, suelo mentir mi escrupulosa gana de mentir, suelo ser un asesino a suelo, pero hoy solo dejaré que llenes mi casa de malicia, me gusta vivir con la oscuridad de tus senos negros, viólame hasta que no sea más, viólame hasta que tu mentira se vuelva realidad. Hasta que tu carne se vuelva realidad. Conquístame nada más...

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Sentado en LA ORILLA DEL MAR UN HOMBRE preguntaba a las olas, yo no supe que decir, ni siquiera intenté contestar. Soy perfecto pero no al grado de ser desagradable. Recuerdo que ese día me encontré con un viento insoportable, las cenizas de mi padre me cegaban los ojos y tú acababas de ser enterrada. Qué más puedo decir. Me cambiaste la vida, me hiciste algo inesperado, rompiste un vidrio entre mis dedos y me dejaste sangrar. Que puedo decir, que más queda de mi voluntad, solo un traje herido, un saxofón descompuesto. Las ganas de hacer algo con mi vida. Sé que seguirás ahí, lo sé porque me envidias, lo sé porque intentas deslizar esa ráfaga de viento ¿Dime que se siente el aire de una tarde oscura? ¿Dime que se siente ser lesbiana y no tener un miembro?, me da tristeza tu soledad. Es como absoluta, es la perpetuidad de tus caricias convertidas en un capricho, aislada en 4 cristales, sueñas con ser visto. ¿Qué se siente ser idiota, que se siente comprar una corbata en un día nublado? Déjame comprender. Deja que me trague tu sensación, hazme el amor como si fuera el último hombre en tu vida, haz de mí un ser que pueda valer la pena. Come este espíritu postizo, yo no haré nada por interrumpir tus propósitos, simplemente me sentaré aquí porque me gusta observar, me gusta ser parte indirecta de lo que he de dejar que otros me hagan.

Hacía tiempo que no contaba un chiste, será porque no soy bueno con las mentiras, solo sé que no me puedo acostumbrar a una vida que no podré pagar, es esta vida de dichas costosas.

Dime tú que se siente creer, dime tú que se siente ser cristiano, que se siente comer de tu sangre Jesús. Dime tú que se siente ser estúpido, dime tú si me harás cambiar. Dime tú que haré con tu camisa manchada de sangre.

Suelo recorrer las calles vacías, suelo montar un caballo lleno de virtud, suelo mentir sobre mis escrupulosas ganas de mentir, suelo juzgar un poco más a las personas, pero hoy solo dejaré que llenes mi casa de malicia, me gusta vivir sin luz; aún no la puedo pagar y así me he tenido que acostumbrar…